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Saludos a todos los visitantes del blog. Somos un grupo de estudiantes de filosofía de la Universidad Nacional Federico Villarreal (UNFV).

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Pues bien, se abre un camino para internarnos en este bosque... El bosque de la reflexión, de la investigación... de la Filosofía.

miércoles, 16 de julio de 2008

El espacio y el tiempo en David Hume

Alumno: Héctor Chocano.

En el segundo capítulo de la obra ¨Tratado de la naturaleza humana¨ de David Hume el autor se encarga del tema del espacio y el tiempo. Empieza por discutir el tema de la divisibilidad de tales nociones para después exponer sus consideraciones con respecto al tema.
Pues bien, siendo un autor de la modernidad expone su rechazo hacia lo pasado señalando que a los filósofos les gusta hablar de temas paradójicos para diferenciarse de las demás gentes y al hacerlo construyen conceptos sin fundamento en los cuales sus discípulos creen ciegamente.

Expone al empezar que el entendimiento es limitado así que resulta muy difícil para el ser humano tener una noción clara del infiniito. Esta característica pues demuestra que el entendimiento es limitado y eso quiere decir que se pueden llegar a detectar las unidades fundamentales del pensamiento. Por otra parte Hume señala que la imaginación puede pensar en divisiones estremas pero esto no genera ideas diferentes. Al hablarse por ejemplo de la milésima parte de un grano de arena no se piensa en una idea diferente. Simplemente se piensa en una parte pequeña de un grano que resulta ser sólo un grano más pequeño.

Resulta evidente que Hume tenía una teoría de la representación indicando que ésta es el fundamento del conocimiento humano. Una de las demostraciones que el autor elabora para demostrar la indivisibilidad de la extensión es la de un ejercicio mental: Se puede pensar en aumentar indefinidamente la magnitud de algún objeto. Al hacer esto se genera un número infinito de partes. Esto conlleva a que el objeto sea ilimitado. Entonces lo que tiene un número infinito de partes es algo ilimitado. Por consiguiente un objeto limitado no puede ser dividido indefinidamente.

Con respecto al tiempo sucede algo parecido. Pues el tiempo es una sucesión. Los momentos se siguen unos a otros. El ser humano ordena los eventos que observa bajo la base del tiempo. De esta forma dos momentos no pueden coexistir.

La imaginación posee su primera aparición en una impresión correspondiente. La vista nos enseña objetos visibles que se encuentran en una serie de puntos coloreados. La idea de extensión proviene de estas impresiones. Así como conocemos la extensión por la continuidad de objetos conocemos el tiempo por la sucesión de ideas e impresiones.El tiempo no se nos aparece por sí solo en nuestra mente. Si se hace girar un carbón incandescente sobre su centro a muy alta velocidad da la impresión de que es un círculo de fuego. La mente tiene limitaciones para sus percepciones. Siempre que no tenemos percepciones sucesivas no tenemos idea del tiempo a pesar de que esas sucesiones ocurran en los objetos.

La idea de tiempo no se encuentra vinculada a determinada impresión sino que es una idea ordenadora de los eventos. Es la idea de sucesión de hechos de la realidad. La extensión es conocida a través del tacto y la visión. Pero también es necesaria la idea de color y tangibilidad. Estas ideas actuan como unidades de la extensión. La subjetividad establece ideas atómicas de la extensión. Suscede esto análogamente con el tiempo. Las nociones matemáticas de punto y longitud existen en cuanto ideas creadas por la imaginación de la mente. Su idea clara y distinta grantiza su existencia. Estas ideas son las que permiten estableer limitaciones en los objetos.

Es claro pues que Hume entiende al espacio y el tiempo como ideas de la mente con las cuales se comprende aquellas impresiones captadas por los sentidos. Es cierto que la experiencia cobra un papel importante en el conocimiento humano pero lo captado por los sentidos no tendrían ningún valor ni ningún efecto si no fuera por las ideas de tangibilidad, color y sucesión de la mente. Resulta claro que Hume concede un lugar preponderante a la subjetividad, considerándola como centro del conocimiento.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias, me sirvió bastante¡¡